Metodología iFP 26 Mayo 2020

10 consejos para estudiar en exámenes

Uno de los momentos más complicado en la vida de cualquier estudiante es, sin duda, las pruebas de evaluación. Prisas, nervios, repasos de última hora que se concentran en unos pocos días. Para sobrevivir con éxito a los exámenes es importante crear hábitos y rutinas que nos ayuden al estudio. Hay pequeños trucos que pueden ayudarte a hacerte este trámite más llevadero y lo más importante: a superar la prueba con nota. Por ello, hemos preparado unos sencillos consejos sobre cómo prepararnos para estudiar.

Consejos para estudiar en exámenes

Crea un calendario de exámenes
La improvisación es mala consejera: de ahí la importancia de organizar tu estudio desde el minuto uno. Antes de ponerte a hacer codos, echa un vistazo a todas las fechas de los exámenes a la vista y crea tu propio calendario personal, con el que podrás tener las fechas clave bajo control y distribuir mejor tu tiempo. Una vez listo, ponlo en un lugar visible de tu habitación.
Ponle color a tu lectura
¿Tienes ante ti una amenazadora montaña de apuntes? Si es así, que no cunda el pánico: antes de ponerte a estudiar a fondo, haz una lectura rápida armado con un rotulador fosforescente, lápiz, goma y bolígrafos de diferentes colores. Este hábito es perfecto para mantener a raya el estrés y, sobre todo, para descartar los contenidos menos importantes. Además, el uso de la técnica del subrayado y de diversos colores es un recurso perfecto para memorizar los contenidos visualmente (lo que se conoce como memoria fotográfica).
Resúmenes, ¿si o no?
Después de haber leído todos los apuntes, hay estudiantes que se dedican a escribir un resumen de los apuntes. Esta práctica es un buen método a la hora de poner en práctica la redacción en el examen, por ejemplo, el estilo, estructura del contenido o rapidez en la escritura. Pero, también es cierto que muchos expertos lo desaconsejan,porque perdemos demasiado tiempo en la redacción y no somos productivos, además, agota al alumno. Por lo tanto, es mucho mejor hacer un esquema, o bien estudiar directamente sobre los apuntes, presentado atención a la información subrayada.
Haz una segunda lectura
Llega el momento crucial: el de la repetición. Para asimilar los contenidos, debes repasar todos los capítulos y, si es necesario, párrafo por párrafo. Ésta es la fase más importante, ya que contribuye a fijar los contenidos en la memoria y a comprenderlos. Si es posible, realiza esta operación por la mañana, ya que es el instante en el que la mente está más fresca y receptiva.
Establecer una rutina ordenada
Durante el periodo de exámenes finales en la que el estudio sea el eje principal del estilo de vida de ese momento. Sin embargo, también es esencial que el estudiante tenga espacio para practicar deporte o pasear. Al pasar tanto tiempo sentado en el escritorio, la práctica de actividad física incrementa el bienestar.
Introduce momentos de descanso
Ten presente que tu cerebro necesita hacer una pausa de vez en cuando para que siga funcionando a pleno rendimiento. Dar un paseo con amigos, bajar a hacer la compra o hacer algo de relajación, son un excelente recurso para desconectar y mantener el estrés a raya.
Busca nuevos lugares para estudiar
En contra de lo que muchos creen, ir variando el lugar de estudio puede ser positivo, ya que estimula la creatividad y el ingenio. En cambio, estar siempre entre las cuatro paredes de su habitación puede llegar a aburrirte y a hacer que te sientas frustrado/a. En cambio, el estudio en la biblioteca o sala de estudio con sus amigos es mucho más productivo. ¡Haz la prueba!
Evitar las interrupciones constantes
Durante el tiempo de estudio, es importante que el estudiante compruebe que tiene todo el material académico necesario sobre el escritorio de la zona de trabajo antes de sentarse. Así no tendrá que interrumpir la tarea con cualquier excusa. Además, es adecuado reducir las distracciones tecnológicas. Para ello, no hay nada tan eficaz como silenciar el móvil y dejarlo en otra habitación. Los mensajes y llamadas pueden esperar.
No te agobies justo antes del examen
Evita dejarlo todo para el último día. La víspera del día D debes dedicarla a hacer un pequeño repaso o, incluso, a realizar alguna actividad relajante, como pasear o una sesión de yoga.
Duerme y cena bien
Que los nervios no te jueguen una mala pasada: aunque te cueste, haz una cena ligera y trata de descansar entre siete y ocho horas. De este modo, estarás relajado/a a la mañana siguiente y tendrás más energía para afrontar la prueba de manera satisfactoria.