La historia de la microinformática

¿Cómo ha sido la evolución?

La informática del principio de los tiempos es conocida como retroinformática y como está de moda la temática vintage, daremos una vuelta por la historia de la microinformática. La retroinformática son todos aquellos dispositivos y redes relacionados con el hardware o el software de ordenadores considerados antiguos, un campo muy amplio y que nace con las máquinas de la década de 1940 que pesaban toneladas y ocupaban habitaciones enteras.

Hacia 1970 ya aparece la microinformática mediante microordenadores, término que hace referencia a aquellos elementos que incorporaron un microprocesador encargado de realizar operaciones de cálculo y control. Durante años, los fabricantes de ordenadores no dieron excesiva importancia a estos dispositivos y fueron determinados emprendedores los que sí que ensalzaron la capacidad de construir ordenadores pequeños, baratos y con poco consumo. Pero el verdadero punto de inflexión fue que la microinformática consiguió crear una economía de escala que no existía hasta dicho momento. La demanda de estos sistemas creció e hizo posible la fabricación en cadena de ordenadores completos, ya que los primeros se vendían en forma de kit para que el usuario final los montase, al más puro estilo Ikea.

Durante los 70 y 80, era normal que en cada país hubiese sistemas distintos a los que había en el país fronterizo, hecho que favoreció el surgimiento de las industrias de software y publicaciones específicas de cada zona. Por esta razón, hoy en día muchos de esos ordenadores son considerados de coleccionista y se cotizan a precios muy altos, como por ejemplo un Apple Lisa que se vendió por 9.500 euros en 2011. Sin la fase creativa que comprendieron estas décadas, si el avance de la informática hubiese quedado en manos de los fabricantes de miniordenadores de los 50 y 60, el desarrollo de la microinformática habría sido mucho más lento y nos encontraríamos años o incluso décadas atrás.

Ciñámonos a nuestro entorno. En España, las marcas predominantes fueron Sinclair, Amstrad, Commodore y MSX. Compañías como Sinclair o Amstrad tuvieron repercusión a nivel continental; Commodore y su modelo C64 tuvo un éxito casi mundial y MSX (conjunto de fabricantes entre los que había Toshiba, Yamaha, Canon y Sony) triunfó en Japón. Gracias a los ordenadores fabricados por estas cuatro empresas, en España nace una pequeña industria de software que va creciendo hasta alcanzar prestigio internacional a mediados de la década de los 80. Con este crecimiento, y de manera paralela, también nacen publicaciones periódicas o revistas específicas que divulgan toda la información de la microinformática y su programación. La primera editorial española dedicada a la informática fue Anaya Multimedia.

La década de los 80 dieron lugar al nacimiento de la industria de los compatibles PC y los primeros que se vendieron en España tenían unos precios muy elevados: un millón de pesetas, igual que un automóvil de la época. Con el paso de los años, la creación de ordenadores compatibles se extendió a muchos fabricantes, motivo por el cual se produjo un abaratamiento del producto. Toda la historia que viene después ya la sabemos. Ordenadores individuales, cada vez más pequeños, más rápidos, menos ruidosos, menos pesados, más potentes. En definitiva, una evolución rápida y de calidad.

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