España sigue siendo el país de Europa con menos titulados en FP

Los alarmantes índices de paro existentes en nuestro país, cercanos al 24%, obligan a hacernos una composición de lugar y analizar en qué se está fallando. Aunque es evidente que uno de los principales problemas es la poca capacidad de generar empleo por parte del tejido empresarial, todavía muy debilitado por los efectos de la crisis económica, es evidente que hay otro factor que contribuye a este fracaso: la escasez de titulados en FP en España. Sólo el 9% de los españoles posee esta formación

Aunque las organizaciones que buscan candidatos para cubrir puertos de trabajo son las primeras perjudicadas por este escenario —no hay que olvidar que un 43% de las ofertas laborales no llegan a cubrirse, por no encontrar los perfiles profesionales adecuados—, las cifras hablan por sí solas.

Tal y como recoge la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su informe Panorama de la Educación 2015, España es el país europeo con menos titulados en FP, en el año 2013 sólo el 9% de los españoles poseía este título. El porcentaje es aún más bajo que en otros territorios de nuestro entorno, como Irlanda (13%) o Grecia (15%), y se sitúa a años luz de los datos de Alemania (57%) —la locomotora de la zona euro y con una tasa de desempleo inferior al 6%—, Finlandia (39%), Holanda (35%) y Suecia (32%).

Asimismo, el estudio se hace eco de la situación de Estados del centro y el este de Europa, como  Austria, Eslovenia, la República Checa y Eslovaquia, países que cuentan con una alta proporción de jóvenes con educación secundaria posobligatoria (lo que equivale a nuestros programas de Bachillerato o de ciclos formativos de grado medio).

Por otro lado, el informe también alerta del alto número de jóvenes españoles de entre 15 y 29 años que ni estudian ni trabajan —colectivo conocido popularmente como ni-nis— y del preocupante porcentaje de personas que sólo posee estudios primarios. Según la OCDE, el 44% de los españoles no ha pasado de la ESO. La cifra es aún más dramática si se compara con las de la OCDE y la UE21, cuyos registros caen hasta el 23% y el 21%, respectivamente. Además, el 16,8% de quienes tienen entre 25 y 34 años comienza su vida laboral sin disponer de una titulación que acredite una formación básica.

Una de los pocos datos positivos tiene que ver con la población que cuenta con estudios terciarios (equivalente a una carrera universitaria o un ciclo formativo de grado superior); en este ámbito, el porcentaje de España (el 34%) supera en un punto el de la media de la OCDE y en cuatro puntos la de la UE21.

Así las cosas, estos datos vuelven a poner sobre la mesa la necesidad de apostar decididamente por la formación profesional, con el fin de adecuar el perfil de los demandantes de empleo a las necesidades reales de las empresas y, en definitiva, garantizar la empleabilidad de los jóvenes en uno de los dos países más castigados por el desempleo de la Unión Europea.